viernes, 16 de agosto de 2013

FESTIVAL MONDO MACABRO 2 : "MOSTROS OCHENTOSOS"


FESTIVAL MONDO MACABRO 2:  "MOSTROS OCHENTOSOS"


Estimados mostros amigos, RADIO MUSARAÑA, CASA FLORIDA y MUSARAÑA LIBROS, invita a todo el mondo al segundo FESTIVAL MONDO MACABRO, en Florida Vicente Lopez, Bs As. Argentina, Planeta Tierra.
¿De que se trata esta cosa? Suponemos que es un evento cultural mas allá del frikismo en estado puro, ya que la multitudinaria recepción del primer encuentro con gente desde de todos los lados posibles (desde Capital  hasta Provincia), hizo que la cosa se diversificara bastante. Con esta nueva oleada de público, llegaron bebés, niños, abuelos, monjas, nínfomanas, punk rockers, artistas, ninjas, estudiantes, amas de casa aburridas y hasta empresarios trajeados.Tan buena resultó ser la recepción que la participación del público en todos los ámbitos ofrecidos fueron exitosas. Es decir, sala llena en las funciones de proyección y estimulante participación con los músicos en vivo.Las bebidas corrían a rolete junto a las apetitosas empanadas. Con tanta alegría, relax y diversión, los corazones contentos se fueron contentos pidiendo por más.
Así que decidimos hacer una secuela e intentar redoblar la  apuesta.Esta vez además de una cuidadosa selección de films en Super 8 (que esta vez se incluye un doble programa en Tres Dimensiones) y una mini muestra de bizarrisimos carteles originales de cine, acompañaran la velada, el maestro Luis Sirimarco trayendónos sus inspiraciones y variaciones de música de películas y T.v. Temas clásicos e inconfundibles como Halloween, Star Wars, Star Trek, 2001, Return of the living dead, Escape de New York, Terminator o series como X-Files, El Inspector, Peter Gunn, y muchas más sonarán durante buena parte de la noche. Luego de repartir premios durante los sorteos de la noche se podrá apreciar la increíble y cautivante joven voz de Alma con temas rockeros que han empujado a ciertas películas como Pet Sematary con Los Ramones, Terminator 2 con el famoso You Could Be mine de Gun`s Roses o incluso The Wall, de Pink Floyd con Another Brick in the wall, entre muchos otros.
Si esperan pasarla mas que bien, con este programa pueden aprovechar la excelente muestra de arte original, con bocetos y dibujos de los maestros Nine y Scafati. Hojearse en la Fanzinoteca una asombrosa colección de Fanzines de distintos calibres o comprar algún libro de la excelente selección de la librería Musaraña. Nos acompañará  la gente de Limbo Comics con una importante selección de buen material.Que al igual que nosotros estaremos ofreciendo nuestros tesoros mas siniestros y preciados como películas en dvd, videos, revistas, remeras, tazas, comics, vinilos y todo lo que se pueda esperar de la cocina de Mondo Macabro.

jueves, 8 de agosto de 2013

JESUS FRANCO , EL FRANCOTIRADOR DEL CINE ESPAÑOL


A LOS 82 AÑOS Y CON CASI 200 FILMS REALIZADOS, MUERE JESÚS FRANCO UN ICONOCLASTA DEL CINE EN TODAS SUS FORMAS Y UN ABOCADO AL PLACER.
“Esta es una historia contada por un idiota, lleno de ruido y furia, que no tiene ninguna importancia”, recita Antonio Mayans, uno de los actores fetiche de Jesús Franco, en pleno arrebato políglota de variantes de la cita shakespeariana, al final de Al Pereira vs. Alligator Ladies, el testamento cinematográfico del cineasta, que llegó a los cines, en distribución limitada, el pasado 22 de marzo. Al fondo de la escena, un grupo baila caóticamente. Sigue bailando incluso después de que se apague el fondo musical y la voz del director haya pronunciado un casi inaudible “¡corten!”. La cámara se mueve hasta mostrar a un Jesús Franco a la izquierda del plano, que, tras disculparse con sus actrices, suelta un “Bueno… ya está” antes de un corte a negro que ya va a resultar definitivo. Al Pereira vs. Alligator Ladies es una obra capaz de lograr que lo que hoy se entiende por una película low cost parezca, por comparación, un trabajo sobre-producido: también es el testimonio de que Franco, fallecido hoy en Málaga a los 82 años debido a un ictus, ha seguido jugando y divirtiéndose hasta el final, logrando una síntesis crepuscular de su mitología, hecha de apropiaciones (los ecos residuales de Fu-Manchú), autoconciencia (el efecto Meninas de determinadas escenas y ese Al Pereira —personaje que encarnó el propio cineasta en Dowtown (1975)— reconvertido en carcamal moralista), erotismo deconstruido y, sobre todo, un placer entendido como principio rector. Y, también, Al Pereira vs. Alligator Ladies demuestra que, en la vida de Jesús Franco, ha habido ruido y furia hasta el final, aunque, de idiotez, más bien poca.


  
Jesús Franco falleció en la clínica Pascual de Málaga, donde fue ingresado el pasado miércoles tras sufrir un acv. Jesús Franco, fragmentos de una filmografía imposible fue el elocuente título del completo homenaje que le dedicó la Cinemateca Francesa en 2008, meses antes de que nuestra Academia de Cine reconociera su laberíntica e inabarcable trayectoria con un Goya de Honor. Etiquetas como la de rey de la serie B o inventor del cine casposo jamás podrán hacer justicia a la letra pequeña de una filmografía que, entre dobles versiones y montajes diversos para distintos mercados, rebasa los doscientos títulos.





EL CINEASTA DEL PLACER

Su opera prima, Tenemos 18 años (1959), fue un film manifiesto en el que ya se encontraba en potencia toda su poética: el gusto por la promiscuidad multigenérica y un irreverente espíritu pop que recorría por primera vez el cine español. Heredero local de esa mirada surrealista que detectaba en los géneros populares la fuerza transgresora de la libertad y el deseo —y, por tanto, directo ancestro de la cinefagia antijerárquica de un Quentin Tarantino que siempre ha confesado admirarle—, Franco fue capaz de citar a Louis Feuillade en una película con Lina Morgan —Vampiresas 1930 (1962)—, de sentar las bases del erotizado fantástico europeo de los años 60 y 70 —Gritos en la noche (1962)—, de remezclar escenas en blanco y negro de La última noche del Titanic (1958) de Roy Ward Baker con tomas a color de un orientalizado Christopher Lee, operando en su base secreta, en la inolvidable El castillo de Fu Manchú (1969) –donde el mentado castillo era, por cierto, el Parque Güell de Barcelona- y, con la complicidad de Jean-Claude Carrière, de convertir a Eddie Constantine, tan sólo un año después de que Godard reformulara su imagen en Alphaville (1965), en eco de Anacleto —el agente secreto creado por su querido Manuel Vázquez— en Cartas boca arriba (1966).



El trágico fallecimiento de Soledad Miranda en accidente automovilístico reforzó la aureola de culto de Las vampiras (1971), película que contiene la esencia del Franco más arrebatador, capaz de transformar una película de género en un hipnótico poema de amor fou. De la mano de la que fuera su gran musa, Lina Romay, el director siguió indagando por esos territorios en trabajos tan inclasificables como La Comtesse Noire (1973), que reivindicaban un territorio de ambigüedad entre el juego con los arquetipos del cine de horror y una poesía atmosférica, progresivamente desligada de lo narrativo.





La reciente edición en DVD de Vampir Cuadecuc (1971), el poema/ensayo en imágenes que rodó Pere Portabella durante la realización de El conde Drácula (1970) de Jesús Franco, da buena fe de la condición fronteriza de un creador cuya profunda cultura cinéfila no le impidió comprometerse con los géneros más desamparados de prestigio. Memorias del tío Jess, su libro autobiográfico publicado en 2004, dejaba claro que el fulgor de este niño eterno que decidió ser el Coyote, que aprendió a sacar ideas de las piedras de la mano de Orson Welles y que nunca se libró de ser tratado con condescendencia por sucesivas formas de papanatismo cinéfilo, no hubiese cabido ni en dos millares de páginas.







 EL CINE VA A DESAPARECER

Cuando Quentin Tarantino visitó España para presentar Kill Bill, Vol. 2 se lamentó de no poder gozar de la libertad sin límites de un cineasta como Jesús Franco y confesó que le encantaría poder rodar algún día "una película llena de chicas desnudas" como las que se acumulan en la ingente filmografía de este estajanovista de la serie Z y el cine de subgéneros. "La libertad para poder hacer todo eso me la he tomado por cojones", replica Jesús Franco durante su reciente visita a Madrid -"una ciudad que siempre me ha parecido 50 % Detroit, 50 % Villaconejos de Abajo"- para participar en una de las mesas redondas programadas en la celebración de la movida.



La cinemateca del Museo de Bellas Artes de Bilbao también ha rendido reciente tributo a Jesús Franco, al rescatar su película Estampas guipuzcoanas número 2: Pío Baroja (1958) y dedicarle un ciclo que se prolongará hasta el próximo día 16. "La libertad siempre te la inventas tú mismo, pegándote con medio país", prosigue Franco, "y yo todavía no he tirado la toalla. Ahora mismo tengo tres películas por estrenar que son cojonudas. Entiéndame, con todas las limitaciones que se quiera, pero mi discurso ha evolucionado y se ha hecho más puro, más bressoniano". Rodadas en vídeo digital, Snakewoman, La muñeca y Una para todas son las últimas entregas de una carrera que está a punto de alcanzar los 200 títulos.







Con el ímpetu de una auténtica película-manifiesto, su primer largometraje, Tenemos 18 años, abrió en 1959 una ventana de excentricidad en el cine español de la época: el cruce de géneros y la influencia de la cultura popular sentaron las bases de un discurso que reduciría al absurdo un buen número de mitologías ajenas y arquetipos. "Siempre me he considerado un músico de jazz que hace películas antes que un cineasta", afirma Franco. Fue hombre de confianza de Orson Welles durante el rodaje de Campanadas a medianoche (1965) y de él aprendió a sacar partido a todo tipo de limitaciones, fascinó a Pere Portabella en los inicios de la Escuela de Barcelona -de ahí salió Vampir Cuadecuc (1979), ensayo filmado durante el rodaje de El conde Drácula(1969), de Franco- y ahora ha abducido la atención de José Luis García Sánchez que, tras ofrecerle un papel en su futuro proyecto cinematográfico de adaptar los esperpentos de Valle-Inclán, prepara un documental sobre su figura del que ya lleva recogidas 180 horas de material. Empeñado en encontrar una forma para ese documental que sea tan poco académica como el propio Franco, García Sánchez anuncia su intención de estructurar la película bajo la inspiración del montaje sensacionalista y fragmentario del programa Aquí hay tomate,en el que el director detecta los lejanos ecos del heterodoxo filme-trampa de Orson Welles Fraude (1974). Franco y García Sánchez también trabajan en la futura edición por parte de la Fundación Autor de una filmografía completa y comentada del primero.




"El cine va a desaparecer de un momento a otro", pronostica Franco, "aunque el espectáculo va a continuar. Lo de la sala de cine con las luces apagadas, la cortina que se abre y el logotipo de la Metro Goldwyn Mayer tiene los días contados. Lo que le falta al cine de hoy son productores independientes del calibre de Mark Hellinger, que hizo clásicos como Forajidos (1946), de Robert Siodmak; Brute Force (1947) y La ciudad desnuda (1948), de Jules Dassin en tres años consecutivos. El autor era él. Como productor consiguió imprimir su sello a todos esos trabajos". Con todo, los recientes proyectos de Franco se han ido apartando del modelo narrativo del cine de género: "Estoy convencido de que quien llevaba la razón era Godard, que, para mí, es el elemento señero del cine moderno. El relato clásico no se puede estirar más".

La obra cinematográfica de Jesús Franco tiene un buen número de detractores que suelen considerarla como la quintaesencia del cine casposo: pobre, tosco y reiterativo. La aspereza visual de buena parte de sus trabajos parece darles la razón, pero sólo en apariencia. Frente a ellos, un cada vez más nutrido culto franquiano internacional estudia minuciosamente sus trabajos, recorridos por un espíritu libertario e iconoclasta que parece deberle tanto al Marqués de Sade como al Manuel Vázquez de los tebeos de Bruguera. El sello de DVD norteamericano Blue Underground acaba de lanzar al mercado una cuidada edición del díptico integrado por las películas El caso de las dos bellezas y Bésame, monstruo (1969). En España, Manga Films editó recientemente en DVD algunas de sus películas realizadas entre finales de los setenta y principios de los ochenta: Ópalo de fuego (1978),Sinfonía erótica, El sádico de Notre-Dame, Las chicas de Copacabana(todas de 1979) y El sexo está loco (1981).




















Nombres como los de Romina Power, Janine Reynaud, Ajita Wilson, Monica Swinn y, muy especialmente, Soledad Miranda y Lina Romay (sus dos grandes musas) acreditan su fama de erotómano: "Mi buen ojo para las actrices ha sido siempre instintivo. Cuando en mis películas hay una mujer que es una planta, ha sido porque me la han impuesto los productores. Siempre me ha gustado retratarlas y crear un halo de misterio alrededor de ellas", confiesa Franco. Las actrices Fata Morgana y Carmen Montes son los últimos descubrimientos de un creador que seguirá generando pasiones y odios, pero rara vez indiferencia."Siempre me he considerado un músico de jazz que hace películas", "Mi buen ojo para las actrices ha sido siempre algo instintivo"











Director, guionista, productor, actor, montador y músico, Jesús Franco es autor de una rica y variada filmografía de 180 películas de una temática única, mezcla de cine erótico y terror, ciencia-ficción o aventuras. Sus embates con la censura en España hicieron que a partir de 1966, muchos de sus rodajes se realizaran y exhibieron fuera de las fronteras del país, llegando a rodar ocho o nueve por año y alcanzando fama internacional.

Una selección de algunas de sus películas a lo largo de las décadas.


Su estrenó en el largometraje, en 1959, con Tenemos 18 años, un filme manifiesto en el que ya se encontraba en potencia toda su poética: el gusto por la promiscuidad multigenérica y un irreverente espíritu pop que recorría por primera vez el cine español. La historia muestra a dos adolescentes que parten en un viaje con la expectativa de vivir todo tipo de aventuras. Interpretado por Terele Pávez, Isana Medel y Antonio Ozores.


Tres años más tarde, en 1962, rodó el musical Vampiresas 1930, que tenía como protagonistas a los amigos Daniel y Tony y la artista de circo Carolina. Daniel es doble en escenas de peligro del cine mudo, mientras Tony toca el violín para ambientar a los artistas. Por su trabajo, comen gratis en un restaurante italiano donde un día entra Carolina, que está desempleada. Los dos la llevan a su pensión, donde viven artistas que esperan ser contratados. Con Antonio Ozores, Lina Morgan, Yves Massard, Antonio Garisa, Juan Antonio Riquelme y Mary Begoña.


En 1967, los encontronazos con la censura le frustraban cada vez más y decidió abandonar España para realizar Necronomicón. Una de sus más reputadas obras, la película intenta buscar el equilibrio entre la sensualidad y la muerte a través de la historia de la exuberante Lorna, stripper en uno de los más conceptuados nightclubs de Lisboa. Sus actuaciones tienen un gran éxito, pero ella empieza a dejarse influenciar mentalmente por su personaje y no consigue distinguir la realidad de la ficción. Buscar las causas de ese comportamiento se volverá una pesadilla para su mánager, Bill Mulligan. Con Howard Vernon, Jack Taylor, Janine Reynaud y Nathalie Nort.


Entre las películas lanzadas en 1969 se destaca El Castillo de Fu Manchú, una coproducción entre varios países. El enloquecido y obsesionado personaje principal amenaza al mundo con su nuevo invento: una peligrosa máquina que puede helar las aguas. Nayland Smith y el doctor Petrie se encargarán de seguirle la pista, una tarea dificultada por el hecho de que Fu-Manchu huye sin dejar rastros. Estrenan Christopher Lee, Richard Greene, Howard Marion-Crawford, Günther Stoll, Rosalba Neri,Maria Perschy, José Manuel Martín, Werner Abrolat y Tsai Chin.


Este mismo año se estrenó Venus in Furs, ambientado entre Turquía y Brasil. En Estambul, un trompetista de jazz encuentra en la playa el cadáver de una linda mujer a quien recuerda haber visto en una fiesta en la casa de un millonario playboy la noche anterior. Algún tiempo después, encuentra en Rio de Janeiro a una mujer idéntica a la asesinada. Interpretado por James Darren, Barbara McNair y Maria Rohm.


A comienzos de la década de los 70 estrenó Vampyros Lesbos, una coproducción germano-española que alcanzó fama internacional, especialmente en Inglaterra, Estados Unidos y Japón. En España, los recortes impuestos por la censura hicieron que la película resultara incomprensible para el público. El personaje principal, Linda Westinghouse viaja a la isla de Kadidados, donde es advertida de que la isla es un lugar de muerte. Obviamente, ella no se fía del aviso y cosas raras empiezan a pasar.


La tumba de los muertos vivientes es una coproducción con Francia lanzado en 1983. La película está ambientada durante la Segunda Guerra Mundial, cuando una patrulla del ejército de Alemania transporta un cargamento de oro valorado en miles de millones, pero un comando inglés les monta una emboscada en un oasis y mata a todos los militares. La leyenda dice que quién se acerca al lugar no regresa nunca.


El grupo de punk rock Killer Barbys protagoniza Killer Barbys vs. Dracula, grabada por Jesús Franco en varias ciudades de Andalucía y lanzada en 2003. Enseña como el Conde Drácula es llevado de Transilvania a España para una campaña publicitaria y despierta del sueño tras escuchar la cantante de Killer Barbys, dando inicio a un terrorífico juego








Agradecimiento especial a Jordi Costa 



lunes, 5 de agosto de 2013

NINA HARTLEY : UNA “VIEJITA PIOLA”, TANTO EN LA VIDA COMO EN EL PORNO

Hace casi 28 años que lo hace, es la más longeva del ambiente y está más linda y más joven que al comienzo. Si es cierto que el sexo rejuvenece y los baños de semen sientan bien, la pornostar Nina Hartley es la prueba viviente. Verla es deleitarse con uno de los culos más redondos, musculosos, firme, bronceados y jugosos del cine XXX. Pero también es encontrarse con una de las mujeres más inteligentes y combativas del ambiente. En la actualidad, su imagen se actualizó con la tecnología y sigue siendo un ícono en internet.   






Desde su debut en 1984, Nina Hartley se convirtió en una de las pocas actrices porno que dejó una marca indeleble entre sus admiradores gracias a una combinación de carismática belleza, un inhibido amor al sexo y a los hombres, y un talento real para actuar.
La Hartley se diferencia de otras super estrellas del cine para adultos porque ella es una “cruzada”, una defensora de la pornografía, las relaciones “swingers”, el sexo bizarro y por el disfrute total de la sexualidad. Dedicó su vida a la libertad sexual y de expresión y en la actualidad es una de las voces más importantes en los EE.UU. Defender estos principios muchas veces la ponen en problemas con “los policías del sexo”. Por ejemplo, en 1992, Nina y otras actrices fueron arrestadas en Las Vegas por realizar una actuación a beneficio sobre un escenario. La policía la procesó por prostituta y, sin embargo, ella sostuvo su derecho de exhibirse ante el público aun estando esposada.
Muchos se preguntan cómo nació esta forma de ser en una mujer y ella asegura que fue gracias a haber desarrollado su faceta bisexual y exhibicionista. Llegó al mundo del porno para explorarlo, obedeciendo sus fantasías personales, deseos y –tal vez suene pretensioso- “para repartir placer y felicidad entre la gente que me ve en sus casa”.
Esta leyenda del cine del sexo asegura que no filma porque el dinero que se gana es bueno, sino porque tuvo una infancia feliz y se encuentra muy bien con su sexualidad y muy segura de lo que quiere compartir con los otros.
Si primero se recibió de enfermera universitaria, ella misma se considera una trabajadora sexual y se siente feliz porque entiende que esa condición le da un alto nivel de confidencia que de otra manera no tendría. Hartley grita a los cuatro vientos que “la profesión que tengo me dio muchas experiencias sexuales en un medio seguro”.




Para esta hermosa rubia nacida y criada en California el sexo es natural, maravilloso, hermoso y asegura que cuando actúa no “actúa”. Educada en una zona y durante una época en que el intercambio de parejas y el amor libre se consideraban saludable y necesario, Nina es coherente con los roles que juega en el cine.
En 1982 empezó a trabajar de stripper en el célebre O'Farrell Theatre de los directores de cine porno Hermanos Mitchell, cuna de actrices que trascendieron en el género. Dos años después debutaba ante las cámaras con la película Educando a Nina y un año más tarde realiza su primera escena porno anal, práctica que no abandonaría más.
Otra rareza de su carrera de actriz (entre tantas) es que en el 2008 hizo el papel de Hillary Clinton -la esposa del ex presidente Bill y actual Secretaria de Estado- en la parodia política porno Who's Nailin' Paylin?, sobre la candidata a vicepresidenta ultra derechista Sarah Palin.   




Haz lo que digo y lo que hago

Vivió, orgullosa, un “matrimonio de tres” junto a una pareja con la que estuvo unida a lo largo de 20 años habiendo conocido al “marido” cuando ella tenía 19 años sabiendo que él ya tenía pareja. Los conoció mucho antes de dedicarse al porno, cuando era stripper una vez por semana y asistía a la universidad los otros cinco días. Hace un tiempo, terminado el extraño vínculo, se casó con un director de films dedicados al bondage y al sadomasoquismo.
Sobre sus preferencias sexuales la Hartley no tiene complejos. “Me encanta hacer sexo oral…” confiesa y todo cerraría. Pero enseguida continúa “…a dos personas cogiendo, es decir chuparle la vulva a la mujer mientras el hombre se la está metiendo”. La actriz se asume como una samaritana del sexo por lo que prefiere los tríos y prestarse a las sugerencias de la pareja. “Si quieren sexo anal, lo hago, si quieren una buena mamada, también, hago lo que sea”.      
Muy pocas veces se puede encontrar a una actriz porno que tenga tan claro que hace en ese ambiente y porque. Para la Hartley el beneficio es que le paguen por tener sexo con muchas personas en un ambiente seguro. El problema es que es un trabajo casi sin salida porque –según ella- cuando se abandona el negocio, después de 10 o 20 años de estar cogiendo frente a las cámaras, coger es lo único que se sabe hacer y es muy difícil pasar al cine tradicional.
En este sentido Nina se equivoca –o tal vez sea una de las pocas tocadas por la varita mágica- porque hace unos años fue convocada por Hollywood para interpretar a una esposa infiel dentro del ambiente porno de los ’70 en Boogie Nights o Noches de placer (1997), la excelente pseudo biografía de John Holmes realizada desde el cine tradicional de Hollywood. 
En el año anterior ya había intentado hacer pie en el cine “serio” con un bodrio llamado Bubbles Galore, en la que da vida a una pornógrafa que busca la independencia sexual y económica en una industria dominada por hombres. La “perlita” de este film es la actuación de Annie Sprinkle, la legendaria pornstar feminista, en el rol de Dios.    
Con más de 800 películas en su haber, con el prestigio y la experiencia que dan los años Nina diversificó sus tareas sexuales. En los estudios de filmación su lujuria se dosificó y enloquece de placer a sus compañeros –sean hombres o mujeres- solo cuatro o cinco veces al año. El temible (por lo que carga entre sus piernas) actor porno negro Lexington Steel declaró que el mejor sexo que tuvo en su vida lo experimentó con ella. 




Nina y el porno

A pesar de ser una gran defensora de la industria del porno Nina asegura que la misma está repleta de objeciones. “Creo que tiene el derecho de existir y que no es el fin de la Sociedad pero, no tenemos royalty, no tenemos extras y el 99 % de la gente que trabaja es contratada por día. Después que me pagan vuelvo a ser una desempleada hasta un nuevo llamado. Menos de un 5% de los actores están bajo contrato. Nosotros somos responsables de nuestros planes médicos, jubilación, todo. Estamos bajo nuestro propio riesgo. No te podes sindicalizar. Hay más actores y actrices que hace 20 años porque el negocio maduró pero la mayoría estará afuera del negocio en 5 años, especialmente las mujeres dado que los hombres pueden mantenerse por mucho tiempo”.  
En relación al mito sobre que las actrices del porno son sometidas u obligadas a hacer cosas contra su voluntad, Nina explica que “la gran mentira es que todos los directores fuerzan a cada actor a hacer algo que él o ella no desean. Yo siempre supe que podía decir si o no. Hice más de mil escenas de sexo y no hay más de dos o tres en las que sentí que el director me presionó. Hubo otras en las que me sentí mal pero fue por un mal día o que el actor era un boludo. Además, a partir de los 25, como feminista supe que tenía el derecho a decir si o no. Es algo que se debe saber desde los 18 años pero no todos tienen el carácter para plantarse. Sucede que en el mundo del entretenimiento -legal, ilegal, con sexo, sin sexo- todos queremos ser aceptados y gustar. Entonces cuando sos joven es difícil decir que no. Y eso no es culpa del negocio, es la naturaleza de la estructura de poder entre una persona adulta que ofrece un trabajo y la persona que desea ese trabajo”.       


     
Cuando se le pregunta si los actores de hoy son más inteligentes que los de antes Nina cuenta que el ambiente porno “está lleno de jóvenes de entre 18 y 25 años competitivos y agresivos. Después, cada uno tendrá más o menos habilidad para trabajar y ascender. El caso más famoso es el de Jenna Jameson, pero quiero decir que no habrá más Jenna Jameson. Ella fue un caso único que no volverá a suceder. Lo hizo todo tan bien y ganó millones. Pero si alguien piensa que va a venir al porno y va a ser Jenna, mejor que se quede en casa. Pero, si estas listo para esta forma de sexualidad, si la idea de que haya gente mirándote tener sexo te calienta, si la idea de tener sexo con personas que recién conocés es excitante, y estás bien de la cabeza y no te gustan las fiestas, a lo mejor este es un buen lugar para vos. La razón por la que yo estoy aquí hace 28 años es porque yo soy esa persona”.     
En la actualidad la actriz enardece a cientos de espectadores en “solos” de nudismo y sexo en los cabarets más exclusivos de EE.UU. Y, finalmente, se dedica a enseñar sexo a través de sus videos que quizás no sean tan volcánicos como sus películas, pero en los que despliega -con inquietante minuciosidad- todos los artilugios vaginales, anales y orales para convertir a cualquier ama de casa en una máquina sexual explosiva.
Para mi es muy importante educar, destruir los estúpidos tabúes que hay en torno al sexo y mostrar lo agradable que puede ser, porque a mí no me gustó esto hasta que no adquirí cierta práctica, y cuanta más experiencia tuve más aprendí y más me divertíNina dixt.
La Hartley es tan leyenda que su vida ya mereció un documental, Nina solo para vos (Nina, just for you, 1990) en donde reivindica el sexo libre y el uso del preservativo del que es una acérrima partidaria. A todos los hombres los trata de convencer recordándoles que “su uso retrasa la eyaculación de 5 a 10 minutos con los beneficios placenteros que eso implica”.                 

Aunque Nina Hartley insiste en que se retirará del cine porno a los ’50 o ’60 años -haciendo uno o dos videos al año- porque considera que el sexo hace bien a todos, apúrese a verla porque en esta lucha contra el tiempo, por más destreza y voluntad que se tenga, siempre hay un solo ganador. 


Ariel Testori (c)          


El pasado sábado 1 de junio (2013) Radio Musaraña y Casa Florida nos cobijaron y ayudaron en la organización del primer Festival MONDO MACABRO.
El convite fue un delirio. Más de doscientas personas se acercaron desde las 18 hs hasta entrada la madrugada para disfrutar de la impactante muestra de carteles originales de cine de los temas que más nos competen, es decir: terror, sci-fi, exploitation, y todas las variaciones de sub-géneros trash que la mente pueda concebir.Cabe resaltar que  la proyección en stereo de los selectos films en el extinto formato super 8 (fílmico) para la ocasión fue todo un éxito y cada función a sala llena!
La desmesura convertida en éxtasis supuso un climax total. Mientras estaban los que preferían curiosear comics o fanzines en la fanzinoteca abierta, o deleitarse con estimulantes bebidas o suculentas empanadas en el open Bar, quedaban los que permanecían hipnotizados y alegres escuchando y disfrutando en vivo las bandas como Jardín Aureo con sus asombrosas melodías interplanetarias o el concierto en cinco viñetas ejecutado por la Songo Sango Orkestro que marcaron el ritmo de la noche.  
Al finalizar de la velada vinieron los sorteos de jugosos premios (películas, carteles, revistas, etc)
La gente feliz pregunta por otra edición venidera. 



Los carteles de Francia e Italia imponen cierto respeto.

¿Donde están los subtítulos?

La gente asistió principalmente para consumir las exquistas tartas y empanadas de Casa Florida que sólo se consiguen en los festivales Mondo Macabro.

Jardín Áureo instalando climas interplanetarios.

A punto de apagar la luz para que la función comience.

Brain Damage "Elmer", uno de los carteles favoritos de la muestra.

El capitalismo basura haciendo escollos.

Pasadas las doce el encuentro musical se tornó más íntimo.

Pasando al fondo para la gran fiesta.

Algunos incautos como Vincent Castro necesitan comprar materiales de primera necesidad como libros, películas, revistas y posters!

El abuelo no podía faltar a la cita.